Contar con un aislamiento térmico óptimo es la solución esencial para acabar con el frío en invierno y el calor en verano en el interior de tu hogar. Este recurso no solo actúa como barrera protectora, sino que también desempeña un papel importante en la eficiencia energética de tu vivienda.
Un buen sistema de aislamiento térmico tendrá un impacto positivo en tus facturas energéticas a la par que incrementará la comodidad y el confort de tu vivienda.
Al minimizar la pérdida de calor en invierno y la entrada de calor en verano, podrás comprobar un importante descenso en tus gastos. Este ahorro, además de beneficiar tu bolsillo, contribuye a la sostenibilidad medioambiental al reducir la demanda de recursos energéticos. La inversión en un sistema de aislamiento térmico de calidad es una estrategia que optimiza la habitabilidad de tu hogar y proporciona beneficios a largo plazo.
Si alguna vez te has planteado la necesidad de mejorar el aislamiento térmico de tu vivienda o cómo llevarlo a cabo, te dejamos una serie de medidas, materiales y puntos clave para poder lograrlo.
¿Qué es un aislante térmico?
Los aislantes térmicos son materiales utilizados en la construcción y están diseñados para reducir o controlar la transferencia de calor y frío entre dos ambientes con diferentes temperaturas. Estos materiales se utilizan para minimizar la pérdida de calor en invierno y la entrada de calor en verano. Actúan como barreras que dificultan la conducción, convección y radiación del calor. Existen diversos tipos de aislantes térmicos, cada uno con una serie de propiedades específicas que se adaptan a las diferentes necesidades y condiciones de cada vivienda.
Aislamientos térmicos más comunes
Rollo de Lana de Vidrio no hidrofílico, revestido en una de sus caras con un papel kraft que actúa como barrera de vapor. Es una mejora eficaz respecto al aislamiento térmico en edificaciones. Su formato en rollo facilita la manipulación y colocación del producto. Adaptabilidad a los encuentros con ventanas, pilares, etc, sin que se deteriore el producto ni su continuidad.
Rollo de Lana de Vidrio no hidrofílico, revestido en una de sus caras con un velo de vidrio amarillo. Mejora la eficiencia energética, reduciendo los costes de calefacción/refrigeración y las emisiones de C02. Es un producto sostenible con composición de material reciclado superior al 50%.
- Aislantes de Lana Mineral: Fabricados a partir de un entrelazado de filamentos de materiales pétreos. Son resistentes al fuego y proporcionan buen aislamiento térmico y acústico.
Geowall 34 de ISOVER
Es un panel de Lana Mineral no hidrófilo y sin revestimiento. Su uso es óptimo para divisorios interiores horizontales y verticales. Es un producto sostenible por su composición de material reciclado superior al 50%. Ofrece distintas modulaciones de ancho de 400mm y 600mm.
Geowall 37 de ISOVER
Es un panel de Lana Mineral no hidrófilo y sin revestimiento. Mantiene las prestaciones del sistema inalteradas durante toda la vida útil del edificio, evitando que se degraden con el tiempo. Su material es reciclable al 100%. Ofrece distintas modulaciones de ancho de 400mm y 600mm.
- Espumas plásticas: Son materiales como poliestireno expandido (EPS) o poliestireno extruido (XPS), son ligeros y tienen propiedades aislantes efectivas. Se utilizan en diversas formas, incluyendo paneles y espumas proyectadas.
Es una plancha rígida de espuma de poliestireno extruido (XPS) para el aislamiento térmico de fachadas tipo SATE. Su superficie es rugosa, lo que facilita la adherencia de los revestimientos. Asegura transpirabilidad a la vez que evita el riesgo de condensaciones intersticiales.
Sistemas de aislamiento completo de la vivienda
Los sistemas de Aislamiento Térmico para viviendas son conjuntos de medidas y materiales diseñados para reducir la pérdida de calor en invierno
- Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE). Se componen de diversos elementos que, al combinarse, generan una solución constructiva con un gran aislamiento térmico. Son adecuados tanto para proyectos de nueva construcción como para procesos de rehabilitación, ofreciendo respuestas adaptadas a diversas necesidades de eficiencia energética y mejorando las condiciones de confort en el interior de las viviendas. Estos sistemas añaden una capa adicional de durabilidad a la fachada, al mismo tiempo que preservan la transpirabilidad del edificio.
- Aislamiento térmico interior. Estos sistemas están diseñados para adaptarse a todo tipo de viviendas. Se caracterizan por su facilidad en la instalación y no requieren obra en el exterior de la vivienda. Para su aplicación, se instalan materiales aislantes dentro del edificio con el objetivo de reducir la trasferencia de calor entre espacios interiores y exteriores.
Calificación energética de edificios
La calificación energética de viviendas es una evaluación que indica la eficiencia energética de un edificio o vivienda. Este sistema de clasificación proporciona información sobre el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero asociados a la calefacción, refrigeración, ventilación, agua caliente y otros sistemas del edificio.
Para calcular la eficiencia se un utiliza un sistema de etiquetado que asigna una letra de la A a la G, donde A es la más eficiente y G la menos eficiente, para indicar el rendimiento energético de la vivienda.
La calificación energética se basa en varios factores, como el aislamiento térmico, la eficiencia de los sistemas de calefacción y refrigeración, la orientación del edificio, las características de las ventanas, entre otros. Las viviendas con una calificación más alta son generalmente más eficientes desde el punto de vista energético, lo que puede traducirse en menores costos de energía para los propietarios y una menor huella ambiental.
La calificación energética de viviendas es valiosa tanto para los propietarios como para los posibles compradores o inquilinos, ya que proporciona información clave sobre la eficiencia del edificio y puede influir en la toma de decisiones respecto a la compra, venta o alquiler de una propiedad.